Ventaniella, Ponga.

VENTANIELLA, UNA JOYA DE PONGA

En el concejo de Ponga hay maravillas de la Naturaleza por doquier; y una de ellas es Ventaniella.

En la ladera norteña de la zona central de la Cordillera Cantábrica se encuentra una de las más importantes masas forestales de toda la región: el bosque de Peloño, situado en el monte de igual nombre y constituido por hayas, principalmente.

Ese gran hayedo, junto con los bosques del entorno, está situado en el Parque Natural de Ponga y siempre fue un importante coto de caza mayor.

En sus cimeras están las peñas Ten y Pileñes, así como Peña Mora, Peña Negra y los picos Colláu Zorru, Bustanciu, Rasu, Cabeza Mimales, Farres, Pozalón y Niaju; además de las vegas y puertos de Arcenorio y Ventaniella.
Esa masa forestal, junto con los bosques que lo circundan, está situado en el concejo de Ponga (ahora parque natural) y siempre fue un importante coto de caza.
El Monte Peloño está surcado por pequeños ríos y en sus cimeras están las peñas Ten y Pileñes.

Las del dicho popular: «Ten y Pileñes, buen par de peñes, Ten pá les cabres y, pá oveyes, Pileñes»…

Entre la espesura se abren los fértiles puertos de Arcenorio y Ventaniella.

Ermita de Ventaniella
El topónimo Ventaniella da nombre al puerto, bosque, vega, venta, ermita y al río que nace en ese lugar.

Este último, tiene este nombre, según creencia popular, desde que en tiempos de la dominación árabe, un capitán musulmán se encaprichó con una hermosa y noble asturiana (familiar de Pelayo), y la siguió por estas tierras, hasta el caserío o venta caminera situado en ese puerto, cerca del límite asturleonés, donde se refugió.
Al llegar a las puertas de esta posada, el oficial árabe amenazó al ventero con saquearle y quemarle el caserío si no le entregaba a la bella dama. A lo que contesto el ventero, a la vez que le atacaba: «Ni venta, ni ella»
Y así surgió este topónimo que da nombre al puerto, al bosque, a la vega, a la capilla, a la antigua venta y al río que nace en este lugar.
Dicho río se transforma después en el Ponga, afluente del Sella. Jovellanos decía que ese río era el verdadero nacimiento del Sella.

Antigua Calzada Romana de Ventaniella

Jovellanos, curiosamente, confunde el río Ponga con el Sella, lo mismo que hizo Tomás López anteriormente en su famoso mapa

Calzada de Ventaniella
Así estaba el camino empedrado

Entre los pueblos leoneses de Riaño, Lario y La Uña y los asturianos de Sobrefoz y San Juan de Beleño, pasa una antigua calzada romana, que bordeando el puerto de Tarna, cruza la Cordillera Cantábrica por el alto de Ventaniella.
Una carretera por allí proyectada desde hace mucho tiempo amenaza los restos de esa vía que aún se pueden ver por las majadas de Xierru y Ventaniella, aunque una nueva pista los está destrozando poco apoco.

Capilla

Vista de la capilla antigua y la moderna,

La capilla de Ventaniella fue cisterciense y dio origen a mediados del siglo XVIII a una afamada cofradía, la de Nuestra Señora de Ventaniella.
Siendo junto a su vecina del puerto de Arcenorio una de las capillas más visitadas por los vecinos de Ponga y concejos limítrofes, celebrándose en torno a ellas animadas ferias o romerías a principios de setiembre. Ahora frente al caserio y vieja capilla hay una nueva ermita o “humilladero”.

En esos bosques se cuenta con abundantes especies de fauna silvestre, desde el mítico urogallo, a los cérvidos, así como rebecos, jabalíes, ardillas, mustélidos, zorros y gatos monteses.
También abundan las aves. Con frecuencia surcan los cielos de la zona los buítres y alimoches. Ocasionalmente puede verse algún oso o lobo, muy perseguido por los cazadores furtivos.

Ventaniella
Panorámica de la capilla de Ventaniella, desde la nueva ermita.

La Excursión a Ventaniella. Descripción

La subida paseando por la pista es fácil y tranquila, en aproximadamente una hora

La excursión para visitar Ventaniella podemos iniciarla en la aldea de Sobrefoz, cercana a San Juan de Beleño.

Una pista de unos 8 kilómetros (en parte ya asfaltada) sube entre el bosque, pasando a mitad de camino por la famosa venta, dado que este era una vía histórica o calzada romana muy usada, que se llamó «Senda de La Sal» (junto con el ramal de Arcenorio).


La pista de algo más de media docena de kilómetros (en parte asfaltada) sube entre el bosque, pasando a mitad de camino por el caserío que antaño fue también afamada venta (“La Aurora”) para servicio de los arrieros que iban por esta calzada romana o vía histórica…

Cerca del caserío-venta está la gran vega y la ermita de Ventaniella.
El hayedo rodea todo el hermoso valle.
Desde Ventaniella se puede subir al cercano puerto del mismo nombre en otra hora, pasando por la majada del Xierru, donde estaba muy marcada la calzada romana, hasta hace unos días.

Hubo el proyecto de seguir la carretera desde Sobrefoz al pueblo leones de La Uña, a los pies del puerto de Tarna, lo que pone en peligro los pocos restos empedrados que aún quedan del camino (El Xierru, Ventaniella y Valdosín). La subida paseando por la pista es fácil y tranquila y se puede hacer en una hora y media. Cerca del caserío-venta está la vega y capilla de Ventaniella (y frente a ellas la pequeña y nueva ermita). De allí se puede subir al cercano puerto del mismo nombre en otra hora, pasando por El Xierru, donde estaba hasta hace un año muy marcada la calzada que unía las comarcas de Riaño y Cangas de Onís (y la costa de Ribadesella).

Decía Jovellanos en su Diario en el verano de 1795, al pasar por Cangas de Onís: “A la ermita de San Antonio, donde un plantío de bellísimos árboles nuevos: robles, tilos, fresnos. A la iglesia; también buenos árboles viejos. Mala subida a estos puntos. Río Güeña que viene por la derecha de Cangas; nace en Fuente del mismo nombre, en La Robellada, alturas del concejo de Onís; recibe en el lugar de Soto (de Cangas, o La Venta) el Reinazo (o Diva) que nace en Covadonga; al salir de Cangas entra en las aguas del Sella, que sale del famoso y altísimo puente (Romano) por que entramos esta mañana. El Sella nace en el puerto de Ventaniella, recoge las aguas del concejo de Sajambre, desde Argolibio, y las del río Dobra, derivado del puerto de Beza, que parte los términos de Amieva y Cangas, y trae las aguas de uno y otro; sigue el Sella hasta las Arriondas, donde recibe, con el Piaña (Piloña), todas las aguas de los concejos de Piloña y Nava…”. Como se ve, Jovellanos, confunde los ríos Ponga y Sella, como ocurría en esa época, por ejemplo en el “Las Respuestas” del mapa de Tomás López, del que este ilustre asturiano pudo tomar la referencia. Aunque en esos tiempos podían ser normales estos “lapsus” (ahora con frecuencia se cometen otros mayores a pesar de los adelantos que hay en información).

tomado de http://www.descubreasturias.com/Rutas/Zona5/Ventaniella.html

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