La capacidad potencial de visitantes del territorio asturiano es muy grande.
Esto es debido a la estacionalidad y la orografía asturiana.
Pero, ¿y la masificación en el turismo rural de Asturias?
Se puede argumentar que en Agosto, durante 3 semanas, se llega al máximo de ocupación.
Esto es así: se llega al máximo de ocupación, pues la capacidad de infraestruturas (alojamientos, restaurantes, actividades, carreteras y rutas) es muy baja.
Esta baja ocupación está muy por debajo de la capacidad real del territorio, y es debido a la gran estacionalidad, que impide una mejor gestión e inversiones más amplias:
- Creación y mantenimiento de rutas,
- Mejora de aparcamientos,
- Organización de la demanda,
- Profesionalización del sector,
- Prosperidad de nuevas iniciativas, o simplemente algo más que mera supervivencia de las empresas rurales fuera de los años iniciales.
La capacidad potencial de visitantes del territorio asturiano es muy grande. Esto es debido actualmente a dos factores:
La estacionalida actual y la orografía asturiana.
La estacionalidad
En la actualidad, en Agosto se concentra el 25% de las pernoctaciones y en julio y septiembre otro 25%. (SITA-2017).
En la actualidad se llega a la saturación de las infraestructuras en la zona rural durante poco más de 3 semanas, exhibiendo el cartel de “lleno” en esos momentos.
Esto nos deja otras 45 semanas donde la capacidad está infrautilizada, es decir al menos 5 veces más.
La tasa de ocupación media del turismo rural está en torno al 20%. Esto es por encima de la media nacional (20% en fines de semana, según un conocido articulista) .
Esto nos situa muy lejos de la masificación en el turismo rural de Asturias
Geográficamente, en el centro hay más pernoctaciones en hoteles (65%), y más distribuidas a lo largo del año.
En el Oriente de Asturias el 57% es turismo rural.
y esto nos lleva al siguiente punto, la distribución geográfica y la orografía:
La orografía
Y más importante aún. Dada la orografía asturiana, la superficie real y el número de rincones y pequeños lugares se multiplica por mucho (quizá por 100) con respecto a un territorio completamente llano.
En un pequeño espacio de montaña, un sendero, o un lugar se pueden concentrar un número de personas sin que se produzca demasiada masificación, y estando relativamente aislados de las zonas circundantes.
Esto sin perjuicio de que en las proximidades pueda replicarse el modelo.
Por ejemplo, una pequeña ruta como “el beyu pen” puede atraer y contener a un número de personas sin masificarlas.
Y pequeñas rutas como esta se pueden multiplicar en las proximidades.
En la actualidad durante las semanas de más visitantes, estos se concentran a su vez en muy pocos puntos de interés. Posiblemente, con un buen reparto pudiese aumentar la capacidad máxima x5 o x10, sin grandes perjuicios.
Por tanto, la cantidad no está reñida con la calidad, pues más visitantes nos darían una mejor gestión y una mayor calidad tanto en lo privado como en lo público.