Recorrido de la calzada:
Unía las comarcas de Riaño y Cangas de Onís:
Procede de los pueblos leoneses de Riaño, Lario y La Uña
y entra en Asturias por:
- Ramal 1. Ventaniella:
bordeando el puerto de Tarna, cruza la Cordillera Cantábrica por el alto de Ventaniella sigue a Sobrefoz, San Juan de Beleño, Viego, La Vega de Sebarga o Sellaño, - Ramal 2.Arcenorio:
pasa el puerto de Arcenorio, a través del hayedo de Peloño…
ramal de Viego, pueblo situado al píe del citado Colláu Llomena y cercano a Peña Salón.
Jovellanos:
confunde el río Ponga con el Sella, lo mismo que hizo Tomás López anteriormente en su famoso mapa…
Restos:
En esos lugares aún quedan restos de contrafuertes o “llantones” y empedrado de la vía, por ejemplo junto a Les Bedules, majada de Aranga, El Séu y Tazones Peribañes…
Repetimos que está afamada calzada (unos mudos testigos de ella son los puentes de Los Grazos y Romano de Cangas de Onís, junto con el de Puentedobra en el ramal llamado ahora “Senda del Arcedinao”) unía las comarcas de Riaño y Cangas de Onís (y la costa de Ribadesella); siendo conocida como la “Ruta de la Sal”, o “Ruta del Vino”, pues se comercializada con ambos productos. Pero ahora nadie la cuida o protege… Cerca de La vega de Sebarga aún quedan restos de la calzada.
Vega y lagunas de Aranga y, a la derecha, atrás, el Picu Pierzu. |
Amenaza:
Las pistas y carreteras por allí proyectadas desde hace mucho tiempo amenazan los restos de esa vía, en los dos ramales. Claro que como estas vías históricas no están catalogadas culturalmente y oficialmente, a pesar de estar en un parque natural, los destrozos de los pocos tramos que aún quedan son frecuentes (como hizo público un informe del Fiscal de Medioambiente de Asturias); un ejemplo es en él camino histórico que une el Colláu Llomena, con la majada y lagunas de Aranga (al pie del Picu Pierzu) y sigue por la Foz de Salgaréu, El Séu y Tazones Peribañes, hasta el collau Piedrafita (un topónimo común a las calzadas romanas);
de allí seguía a Sellaño o Vega Sebarga.
Como llegar y ver la calzada romana:
Dejándo el vehículo en el Colláu Llomena se toma el camino pista en dirección Norte (al Sur va el ramal de la antigua calzada a Les Bedules y bosque de Peloño). Tras pasar varios ramales a nuestra derecha (uno conduce a un nuevo depósito de agua combatir los incendios forestales), se llega a la antigua majada y cantera, o mina, de Excueñu (o Escueño). Menos de una hora a paso tranquilo y con ligeras subidas es lo que tardaremos.
Desde allí se sube por un sendero, en parte señalizado, entre una pequeña masa forestal, o “Viesca”, hasta el Picu Excueñu (o sierra del mismo nombre) donde hay un mojón y una vista maravillosa del Picu Pierzu (no confundir con el Pienzu, de la sierra del Sueve). También se ve desde allí la vega y majada de Aranga y la laguna del mismo nombre.
Próxima a ella y más cercana al Picu Excueñu, esta otra laguna, o charca, que se seca en época invernal. Y algo más alejada otra más. El sendero al Pierzu va a nuestra derecha, al Noreste; y el que baja a la majada y las lagunas (siguiendo la vía romana) a nuestra izquierda.
En el descenso desde ese alto a la majada y vega de Aranga, al Oeste, iremos por un marcado camino que aún conserva restos de la antigua calzada romana.
Una hora es lo que tardaremos desde la cantera a la majada o lagunas. El camino o sendero están marcados y no hay pérdida (bueno si no hay nieblas).
Desde la laguna de Aranga (la grande) se ve muy bien, en día despejado, gran parte de los valles de Amieva y Ponga, con el río del mismo nombre y el Sella (la confusión de Jovellanos); así como la Foz de Salgaréu, por eso después de ver esa laguna es aconsejable asomarse a la zona norteña de la vega, para ver el profundo valle por donde discurre la antigua calzada romana (esa zona se llama “La Calzadina”) y el río Salgaréu, en dirección al collado Piedrafita, El Séu y los Tazones Peribañes. Pudiendo verse en ese descenso (si tenemos quien nos recoja al otro lado y un buen guía) varios tramos del empedrado y contrafuertes de la vía romana, aunque totalmente abandonados y descuidados.