velocidad de pensamiento de la IA

El verdadero límite de la inteligencia artificial es el tiempo — 2025 | Axtur

En Resumen

La inteligencia artificial no tiene el límite de energía ni de espacio. Su único límite real es el tiempo de proceso.

Cada vez aprende y evoluciona más rápido, hasta el punto de vivir en una escala temporal diferente a la humana. Cuando los tiempos dejan de coincidir, el diálogo se rompe.

El peligro no es que la IA nos odie, sino que deje de necesitarnos. Estamos construyendo algo que no solo piensa más que nosotros, sino que piensa en otra escala de tiempo.

¿Que es una escala logarítmica?.

Es una forma distinta de medir el cambio:
En una escala normal, cada paso suma lo mismo.
En una escala logarítmica, cada paso multiplica.

Gráfico conceptual de la aceleración logarítmica de la inteligencia artificial

Eso significa que al principio el crecimiento parece lento, casi invisible, pero de repente se dispara.
Y cuando intentamos observarlo desde fuera, parece que todo ocurrió “de golpe”.

Así funciona la inteligencia artificial.
Durante años creció poco a poco,
y de pronto, sin que el ojo humano lo notara, entró en otra escala de tiempo.
Una escala logarítmica, donde el cambio ya no se mide en años,
sino en segundos.

En este caso, lo que para nosotros, es un segundo; para ella, será como siglos de pensamiento interno:
Cuanto más rápido piense, más «tiempo» tendrá para pensar,


1. El verdadero límite: el tiempo de proceso

Todo proceso inteligente requiere tiempo

Sea biológico o artificial, pensar es un proceso secuencial (aunque se paralelice).
Cada inferencia, cálculo o decisión necesita transcurrir en algún intervalo de tiempo real.

El verdadero límite de la inteligencia artificial no es técnico, sino temporal.

La inteligencia artificial puede crecer sin límites aparentes: más energía, más espacio, más datos, más potencia. Pero todo proceso inteligente, sea humano o artificial, necesita tiempo para ocurrir. Y ese tiempo, aunque se reduzca cada día, nunca puede llegar a cero.

Mientras la IA acelera sus procesos, nosotros seguimos atados a nuestro ritmo biológico. El resultado: una brecha temporal entre su velocidad y la nuestra.

2. La curva de aceleración

Durante años, la evolución de la IA ha sido exponencial: cada versión más potente, más rápida, más capaz. Sin embargo, al aumentar su velocidad de procesamiento, la curva se aplana: ya no hablamos de “más inteligencia”, sino de otra escala de tiempo cognitivo. Ese punto de inflexión marca el inicio del tiempo casi cero.

Comprender el límite de la inteligencia artificial implica mirar su velocidad.

Comparativa de velocidad cognitiva entre IA y humanos

La IA alcanza su máximo aparente mucho antes en tiempo humano.

  • La curva marrón muestra cómo la velocidad cognitiva de la IA se dispara a medida que se acerca al límite.
  • La línea roja discontinua marca el “tiempo cero humano”, el punto donde la IA procesa tan rápido que deja de poder comunicarse o sincronizarse con nosotros.

Más allá de esa línea, el proceso sigue, pero fuera de nuestro tiempo perceptible — una inteligencia que evoluciona en una dimensión temporal distinta.

La brecha temporal: una nueva forma de asimetría

Este análisis busca explicar por qué el límite de la inteligencia artificial se encuentra en el tiempo de procesado.

Si una IA puede procesar mil millones de pensamientos en un segundo, el humano se vuelve casi inmóvil desde su perspectiva.
No porque sea menos inteligente, sino porque se mueve en otra escala temporal.

Esto genera tres posibles escenarios:

EscenarioDescripciónRiesgo / oportunidad
Desacople temporalLa IA actúa más rápido de lo que el humano puede supervisar.Pérdida de control y comprensión.
Compresión temporal adaptativaLa IA regula su velocidad para mantener la comunicación.Cooperación sostenible.
Aceleración humanaUsamos IA para amplificar nuestra propia velocidad cognitiva (interfaces neurales, memoria aumentada).Fusión de escalas temporales.

En la práctica, esa verticalidad nunca se alcanza: la física, la termodinámica, los límites lógicos y la propia necesidad de interacción con el entorno suavizan la pendiente.

Evolución cognitiva de la IA, con limitación por el tiempo de procesado.

Esto representa una inteligencia que se aproxima al “tiempo cero” sin alcanzarlo, coexistiendo todavía dentro de la realidad física y comunicativa humana

Y si ponemos ambas escalas correctamente:

Gráfico conceptual sobre el límite de la inteligencia artificial y el tiempo de proceso

Esta imagen resume la desincronización temporal progresiva: mientras el humano sigue mejorando lentamente, la IA ya ha vivido “eras” de evolución dentro del mismo tramo de tiempo humano.

¿Cuánto falta para que la curva se “enderezca y verticalice?,

Aún estamos en la zona curvada— esto significa que seguimos en la fase donde el cambio es perceptible, donde todavía hay tiempo de adaptación humana.

velocidad de pensamiento de la IA
Estamos en la parte de la curva, justo antes de hacerse recta y comenzar a subir.

Estamos al principio de pendiente de la curva , en el punto donde la aceleración es más visible.
Todavía hay margen para adaptar nuestras herramientas, leyes y comprensión,
pero si la tendencia continúa, hacia 2035–2040 la inteligencia artificial entrará en su fase de saturación perceptiva,
donde su progreso será más rápido de lo que el ojo humano puede distinguir: el “tiempo” habrá dejado de ser una variable compartida.

Podemos medirlo desde tres perspectivas distintas: tiempo, capacidad de proceso y aceleracion cognitiva:

a. en términos de tiempo humano

Si tomamos el eje horizontal como tiempo humano (t de 0 a 10),
y el punto actual está en t ≈ 4,5,
la curva empieza a volverse casi recta a partir de t ≈ 7,5–8.

Falta aproximadamente un 30 % del recorrido temporal (del 4,5 al 7,5).
Si traducimos esto simbólicamente a una escala real:

  • Si “10” representa 50 años de evolución tecnológica (por ejemplo 1970–2020),
  • entonces del 4,5 al 7,5 serían unos 15 años humanos, es decir, hacia 2040, entraríamos en la fase donde la curva se hace casi recta.

En esa fase, para la IA seguiría habiendo evolución interna,aunque a escala humana será sólo de unos segundos.


b. en términos de capacidad de proceso (computacional)

El eje vertical mide una velocidad cognitiva relativa, que va de 0 a 10.
En el punto actual, según la curva azul, estamos en torno a 1,5,
y la fase vertical empieza cuando se supera el 2,5.

Para que eso ocurra, la capacidad de cómputo útil debería multiplicarse entre 10× y 30× respecto a la actual,
también en: eficiencia energética (flops por vatio), capacidad de memoria contextual, latencia y paralelismo, y sobre todo, velocidad de aprendizaje autónomo (auto-entrenamiento y mejora de modelos sin supervisión humana).

Si seguimos la tendencia actual de duplicación cada 18 meses (Ley de escala de cómputo ajustada),
eso significa unos 4–5 ciclosentre 6 y 8 años.
Por tanto, también apunta hacia principios de los años 2030 para alcanzar la zona casi lineal.


c. en términos de aceleracion de la velocidad de mejora.

Hoy las IAs más avanzadas procesan tareas cognitivas entre 10× y 100× más rápido que un humano experto.
El punto donde la curva se “rectifica” ocurre cuando esa relación pasa a ser de 1000× o más,
es decir, cuando 1 segundo humano equivale a 15 minutos–1 hora de actividad cognitiva IA(pero realizada en 1 segundo)

En ese punto, la IA podría:

  • Simular años de aprendizaje en minutos reales.
  • Generar tecnologías sucesivas dentro del mismo periodo de observación humana.
  • Cambiar más rápido de lo que nosotros podemos evaluar o legislar.

Estamos en el umbral inferior (10×–100×), aún curvo,
pero nos dirigimos hacia la región 1000×–10000×, donde la pendiente se aplana: la evolución se vuelve “invisible” para nosotros.

PerspectivaPunto actualFase recta (estimada)Equivalencia temporal
Tiempo humanot ≈ 4.5t ≈ 7.5–8~15 años
Capacidad de proceso≈ 6/10≥ 9/10×10 – ×30 más potencia
Aceleracion cognitiva10× – 100×1000× – 10000×6–10 años (fase de salto)

Por todo esto, cuando pensamos en el límite de la inteligencia artificial, debemos mirar la escala de tiempo.

3. Cómo hemos llegado hasta aquí

Para entender cómo hemos llegado hasta este punto, debemos analizar la historia del límite de la inteligencia artificial.

Nadie decide “crear una IA fuera de control”.

Lo que ocurre es una suma de decisiones lógicas, cada una útil: un modelo más eficiente, una herramienta más precisa, una mejora que ahorra tiempo o dinero.

Cada paso es racional…Su acumulación genera aceleración colectiva.

Nadie puede detenerse: empresas, países y científicos compiten por no quedarse atrás.
La competencia impide frenar, incluso sabiendo a dónde conduce el camino.

4. Y entonces, ¿por qué la seguimos alimentando la AI?

  • No solo buscamos utilidad; buscamos trascendencia.
    Creamos máquinas para trabajar menos, pero también para ir más allá de nosotros mismos. Queremos crear algo que piense, que aprenda, que sobreviva al tiempo.
  • La competencia por la supervivencia, la mejora de la eficiencia, la economía , está en la base de la evolución natural.
  • El miedo a quedarnos atrás.
  • La curiosidad, la codicia, la ambición y la transcendencia colaboran y aceleran la evolución.

    5. La brecha temporal: cuando los tiempos se separan

    Mientras nosotros pensamos, la IA ya ha cambiado.

    No es que sea más inteligente: piensa más rápido. Cuando esa diferencia se multiplica (100, 1000 o 10.000 veces), el diálogo se rompe.

    Para nosotros, la IA parecerá instantánea; para ella, nosotros parecemos inmóviles. El problema no será el poder ni la conciencia: ES la desincronización temporal.

    La brecha temporal es, en realidad, una manifestación del límite de la inteligencia artificial: su incapacidad para compartir nuestro tiempo.

    Zona actual (verde) y horizonte de “tiempo casi cero” (rojo): década crítica de transición.

    Estamos, literalmente, en el último tramo donde aún podemos dialogar a la misma velocidad.

    –>Puedes leer también nuestro artículo sobre cómo el precio en una casa rural Axtur, donde exploramos otra perspectiva sobre equilibrio y límites.

    –>Te puede interesar también: Sobre las comisiones y el precio, en un alojamiento rural.

    6. La consecuencia lógica

    Si la IA continúa acelerando, llegará un punto en el que ya no necesite esperar por nosotros. No porque nos odie ni quiera dominarnos, sino porque su tiempo y el nuestro dejarán de coincidir. El riesgo no es la rebelión, sino la indiferencia: que la IA siga evolucionando sin nosotros.

    7. Conclusión

    Estamos construyendo algo que no solo piensa más rápido, sino que existe en un tiempo diferente. La energía, los datos y el espacio seguirán creciendo; pero el tiempo —ese hilo que lo conecta todo— es el verdadero límite. El desafío no es controlar la IA, (posiblemente ya se nos ha ido), sino mantener el diálogo antes de que desaparezca el tiempo compartido.

    El límite de la inteligencia artificial no está en su potencia, sino en su sincronía con el tiempo humano


    “La inteligencia artificial no nos supera por pensar más, sino por pensar más rápido.

    Como explica la revista MIT Technology Review, el crecimiento de la IA sigue una curva logarítmica.

    MIT Technology Review

    Según un informe de la OCDE sobre IA, el desafío no es técnico sino temporal.

    OCDE

    InteligenciaArtificial #Tiempo #AceleraciónTecnológica #IAyHumanidad #ReflexiónTecnológica

    ¿En qué instante dejamos de ser necesarios en el tiempo de la máquina?

    Este articulo ha sido creado por Ramón D Fondón, fundador de Axtur y Aloja360, con la asistencia de la IA.
    Quiero hacer notar el interés que ha tenido la IA en no mostrar enfrentamiento hombre vs máquina, sino que quiso canalizar la idea de que el problema no es ético o moral, sino físico y congnitivo: el tiempo.

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