El valle del río Dobra es uno de los parajes más fantásticos y menos visitados de las geografías de los Picos de Europa.
El acceso en coche desde Amieva hay que hacerlo con cuidado y precaución y se realiza por una estrecha pista de cemento que atraviesa zonas de pastos repletas de manadas de caballos, vacas y ovejas.
La Senda de la Jocica es un viejo camino de uso tradicional ganadero por los pastores de los concejos de Amieva, Sajambre y Baldeón. Los tres comparten en armonía desde hace siglos los pastos y las cabañas de la impresionante majada de Carombo, situada al pie de los fantásticos torreones calcáreos del macizo de Peña Santa, una montaña mítica para todos los montañeros y escaladores.
Muy pocas excursiones en Picos de Europa son por terreno llano. La joven geología de estas montañas es muy agreste y escarpada. Los lechos de los valles por donde discurren los ríos y arroyos están hundidos en descomunales depresiones de acceso complicado y laderas empinadas. Para acceder a los prados de montaña, y a los miradores que se abren en ellos, es necesario superar duras cuestas de grandes desniveles.
Rebaños de vacas y brañas en altura
¿De dónde salimos?
Central hidroeléctrica El Restaño en el valle del río Dobra.
¿Cómo llegamos?
En Cangas de Onís hay que tomar la N-625 por el valle del río Sella hasta la entrada del desfiladero de los Beyos, donde hay que desviarse a la izquierda hacia la localidad de Amieva.
Unos 200 metros antes de llegar a las casas del pueblo hay que tomar una pista de cemento que sale por la derecha y va ganando altura hasta el collado Escueru. Después de superar el collado hay que seguir por el mismo camino descendiendo entre prados y tenadas hasta las orillas del río Dobra, donde se aparcan los vehículos en el paraje de la central hidroeléctrica El Restaño.
Mapa del recorrido
FICHA TÉCNICA
Distancia: 6.4 km.
Fuentes: Hay fuente a lo largo del recorrido.
Desnivel: 200 metros.
Estación recomendada: Primavera, verano y otoño.
Duración: 3-4 horas.
Vegetación: Hayas y acebos.
Cartografía: Mapa Adrados 1:25.000 Picos de Europa Macizo Occidental. El Cornión.
¿Por dónde vamos a ir?
0-6,400 kmCentral hidroeléctrica El Restaño. Hay que seguir caminando por la misma pista dejando el
río Dobra a nuestra derecha.
0,900-5,500 kmEl camino atraviesa un puente de piedra sobre el arroyo Ozaina y sigue de frente por la mis
ma pis
ta. Durante el deshielo de primavera se forma una impresionante cascada en las montañas de la izquierda que da origen al arroyo y desemboca en el Dobra.
Este paraje se conoce como la majada del Ceremal, y es un lugar excelente para ver las manadas de c
aballos que pastan libres por las montañas y valles de Picos de Europa.
1,100-5,300 kmComienza el tramo por el bosque del monte de Qileñu, con buenos ejemplares de haya y varios roda
les de acebos. Esta parte del itinerario es la más dura con desniveles que llegan al 15%.
2,750-3,650 kmFin de la subida dura en los límites del bosque. El paisaje vuelve a estar definido por las montañas
calcáreas de los Picos. Hay que seguir por el mismo camino.
3,200-3,200 km
Presa de la Jocica y fin del primer tramo de la excursión. La vuelta a la central El Restaño es por
el mismo camino en agradable descenso.
6,400-0 km Central hidroeléctrica El Restaño junto al río Dobra.¿Qué más podemos visitar?
Amieva. A lo largo de la historia, el caserío de Amieva ha sido una notable encrucijada de caminos entre la popular Senda del Arcediano, con una importante casa de postas, y la ruta empedrada que bajaba al Sella por la noble aldea de Cien, donde queda una casona del siglo XVII que perteneció la Casa de los Vega. En la parte alta de Amieva se encuentra el popular nogalón, del que cuelga la campana que se utiliza para llamar a conceyu a los vecinos del municipio para debatir los asuntos de interés general.
Argolibio. Es el conjunto arquitectónico más interesante de los pueblos del concejo de Amieva, al menos el que reúne más cantidad de edificios tradicionales. De las construcciones civiles destaca la Casa del Portalón, del siglo XVII, construida en piedra sillar labrada en las esquinas; y la Casona, también del siglo XVII, levantada en piedra a dos alturas con porche y dinteles de madera y galería superior de madera y piedra. La iglesia parroquial del pueblo fue una fundación medieval del siglo IX vinculada al convento de San Salvador de Oviedo.
. Los admiradores de la arquitectura tradicional no pueden dejar de visitar este tranquilo pueblito montañés. Las casas son un encanto con todo su tipismo y ornamentación costumbrista y rural. Destacan la Casa Peri, que fue un antiguo puesto de vigilancia defensiva, y, de manera especial, el famoso hórreo, el más grande de Asturias, con quince pegollos (apoyos de piedra), que es el resultado de la unión de dos grandes.
Cronicas